En 2008, cuando Barack Obama fue elegido para el cargo, los estadounidenses se mostraron esperanzados con el cambio y las promesas que ofrecía, que combinaban una mezcla de humildad y fortaleza. Con el paso de los años, los estadounidenses creen que la imagen de Estados Unidos ante el resto del mundo ha decaído un poco y no es un país líder tan fuerte como lo era hace años. Según la encuesta de opinión pública mundial más reciente del Centro de Investigación Pew, existe definitivamente una opinión encontrada sobre EEUU. Los extranjeros han desaprobado el uso de aviones no tripulados, aunque los de fuera de Oriente Medio siguen viendo a EEUU como un país favorable, en cuyas mentes aún reside un gran aprecio por el presidente Obama. Sin embargo, a lo largo de los años los índices de aprobación del presidente han descendido mucho, siendo Brasil y Alemania los más reservados con la intromisión de la NSA. Sin embargo, estas opiniones deben situarse en su contexto. Los brasileños llevan mucho tiempo sospechando de Estados Unidos. No necesitan ninguna prueba de que los teléfonos están pinchados para sentirse injustamente tratados. Dilma Rousseff, la presidenta del país, fue torturada en una ocasión cuando se opuso a un gobierno militar que, hasta el día de hoy, los brasileños creen que contaba con el apoyo de Estados Unidos. Mientras tanto, la historia de Alemania con el espionaje ha hecho que el país se muestre receloso ante cualquier indicio de espionaje en el que pudiera estar implicado Estados Unidos. Sin embargo, los alemanes favorecen ahora a EEUU más que cuando Bush era líder. Estados Unidos también es menos popular ahora con Rusia que cuando Bush estaba al mando. Durante la elección del presidente Obama, la esperanza era que tener a Barack Obama en la Casa Blanca transformaría la imagen de Estados Unidos. Lo ha hecho, pero no ha supuesto necesariamente una mejora en Oriente Medio, ni pactos comerciales con otros países, ni una mejora en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Al parecer, el 62% de la población de China está preocupada por el conflicto con su vecino, que puede desembocar en una guerra. El 67% de los estadounidenses también ven con un escepticismo similar la creciente capacidad militar de China. Esto devuelve al público a la realidad y a cómo el pueblo estadounidense tiende ahora a esperar mucho del presidente del país. Al igual que otros presidentes, la política del Sr. Obama parece haber consistido en tomar decisiones insatisfactorias y desagradables ante una crisis imprevista, en lugar de remodelar el mundo.