Estrés universitario

 In Salud Bienestar y Seguridad, Vida universitaria

Para nuestros estudiantes internacionales TALK, la universidad puede ser una época estresante. Un poco de estrés puede empujarte a trabajar más, a estudiar más para alcanzar tus objetivos o a seguir con una tarea difícil. Durante esta época es habitual experimentar algo de estrés, aunque cuando este estrés alcanza un nivel poco saludable, puede impedirte cumplir tus objetivos y funcionar bien. He aquí algunos consejos sobre cómo afrontar el estrés en la universidad cuando se estudia para alcanzar importantes objetivos futuros. Sobrecarga de estrés: Presta atención a las señales – Demasiado estrés puede ser

Retrato de un joven estresadoacompañada de muchos síntomas diferentes. Algunos de estos síntomas pueden ser conductuales, mentales, emocionales y físicos. Aunque todos los universitarios son diferentes, hay algunos signos similares y comunes que incluyen problemas de concentración, problemas de memoria, irritabilidad, pensamientos acelerados, tristeza, ira, dolores de cabeza, cambios en el apetito, cambios en el sueño y resfriados frecuentes. Factores desencadenantes del estrés: Conoce los tuyos – Hay muchos desencadenantes del estrés y difieren de un estudiante a otro. Hay determinadas personas, situaciones o lugares que pueden producir mayores niveles de estrés y que son muy poco saludables. Encuentra tus desencadenantes de estrés mediante una lluvia de ideas con tus amigos, y tratando de comprender los factores subyacentes que te causan estrés. Una vez que hayas encontrado los desencadenantes, tienes que intentar conscientemente enfrentarte a ellos y, si es posible, eliminarlos de tu vida. Haz ejercicio: Conviértete en un nuevo tú – Hacer ejercicio puede ayudar drásticamente a reducir los niveles de estrés. Cuando haces ejercicio, se liberan endorfinas que pueden ayudar a mejorar tu estado de ánimo y aumentar tus niveles de energía. El ejercicio también puede ayudar a distraer tu mente durante un rato y darte la oportunidad de recuperarte de la preocupación por tus problemas, poniéndolos en perspectiva. Relájate: quítate un peso de encima – Aunque te parezca imposible eliminar el estrés negativo, puedes controlarlo hasta cierto punto. Cuando te enfrentas al estrés, tu mente siente realmente que es una amenaza, y envía señales al cuerpo para que envíe una serie de sustancias químicas, como el cortisol y la adrenalina, a través de tu organismo. Durante este tiempo, sentirás que tu respiración se acelera y que tu ritmo cardiaco se acelera, lo que provoca una ralentización de las funciones y la energía de tu cuerpo. Cuando esto ocurra, intenta relajarte lo mejor que puedas. Juega a algo, lee libros, sal a pasear o haz algo que te ayude a sentirte más tranquilo interiormente. Gestión del tiempo: Calcula bien el tiempo – Cuando estudias, trabajas o simplemente te relajas, puede ser difícil encajar todo. Aquí es donde la gestión del tiempo es importante. Antes de empezar el día, planifica bien lo que tienes que hacer y cúmplelo. Sentirás que has cumplido tus objetivos del día cuando gestiones mejor tu tiempo. Busca ayuda: Pide ayuda – Si sientes que todo te abruma demasiado, intenta pedir ayuda a amigos o familiares. Si no puedes manejar el estrés, lo mejor es que pidas ayuda a un consejero del campus para que te ayude a superar este duro momento.

 

 

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